Las Proporciones Sonoras: NASSARRE PARA CONSTRUCTORES DE ARPAS

Dentro de tan solo unos años, se cumplirá el tercer centenario de la publicación, en 1724 de “Escuela Música Según La Práctica Moderna” de Fray Pablo Nassarre, un tratado sobre Música que abarca todos los conocimientos que en esta materia, se conocían en la época, desde la antigüedad.

El interés que despierta esta Obra, a todos aquellos que de una u otra forma, estamos relacionados con la Música, en mi caso como Constructor de Arpas Barrocas Españolas, choca con la dificultad de su entendimiento “normal”, por cuanto esta escrito de acuerdo con los usos, creencias y conocimientos de su época, tan diferentes de los actuales.

Su propio Impresor le traiciona, permitiéndose algunas licencias ortográficas, con tal de cuadrar sus planchas de impresión entre los límites marcados por los medios mecánicos de que disponía para hacerlo en su época y esto nos causa confusión. Es el caso de la letra “q” y la “o” con un guión encima de ellas, o la dificultad de distinguir entre una letra “F” y la “S”.

Lo que pretendo con este trabajo, no es criticar el Libro IV de la Primera parte de su Compendio: “De las proporciones….”, sino tratar de esclarecer su lectura, adaptándola a las formas modernas, de modo que resulte fácilmente comprensible para todos y aprovechables sus conocimientos aprovechables, porque algunos de ellos han quedado obsoletos. Ahora tienen una explicación que entonces no se conocía, o formaban parte de la Astronomía, como él justifica.

Son varias las causas que impiden una lectura fluida de este Tratado y desde luego no achacable a su autor, por cuanto La Real Academia Española de La Lengua, no existía cuando fue concebido. De ahí que se nos antoje en muchos casos incoherente, desde la propia ortografía, puntuación, estilo y léxico que en ella se emplea, incluso para los conocedores de La Lengua Española actual que nos vemos obligados ha esforzarnos para la comprensión e interpretación, de cuanto allí se dice.

Nassarre define el sonido como “el movimiento del aire” y no andaba desencaminado, solo le falta decir que ese movimiento es en forma de onda y que la fuerza de la gravedad terrestre no influye para nada en sus evoluciones, en contra de lo que él afirma.

Todas estas consideraciones y algunas mas que no señalamos, justifican por si mismas el hecho de elaborar una transcripción legible y que facilite su compresión, aunque algunos de los conceptos sean falsos, pero que daban por buenos en su época y hoy nos incumbe a nosotros, asignarles el lugar que les corresponde y/o corregirlos.

Antes de que se conociera esta Obra, los Constructores de Arpas Barrocas Españolas, estábamos obligados a copiar los ejemplares existentes que se conservan en Museos, Iglesias, Monasterios y colecciones particulares de España. El conocimiento de las “Proporciones Sonoras” que aquí se explican con toda clase de detalles, nos ha permitido diseñarlas con la garantía de que cumplen los requisitos fundamentales para poder afirmar con certeza que el instrumento así construido, cumple los requisitos que exige el Barroco Español. El mismo Nassarre explica, porque las copias nunca fueron buenas.

Fray Pablo Nassarre, acérrimo enemigo de las disonancias en La Música, era, sin embargo abierto a las innovaciones, para mejorar los instrumentos musicales y así lo expresa al final de su Libro IV: …”inventando sobre lo que hay inventado, otras muchas cosas, como vemos que hasta aquí lo han hecho nuestros Predecesores, dejando estimulo a los de la posteridad para hacer otro tanto”.

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